“Un truco de magia, están aquí pero no están aquí.”
Viajando en un autobús rumbo a un resort en Cancún, México, y recordando una carrera desde Chetumal a 100 kilómetros de distancia, 'Espejos: Clean' de Christine Quintana establece sus fundamentos: estamos aquí, pero no estamos aquí. Adriana, la trabajadora incansable que gestiona a las asistentas de limpieza en un resort, busca mantenerse alejada de su pasado en Chetumal viviendo su trabajo en Cancún. Sarah, la autodenominada desastre familiar, intenta cumplir con sus deberes como dama de honor de su hermana y lucha contra el secreto que ha llevado consigo durante años. Juntas, en el paraíso ilusorio de un resort mexicano, ambas mujeres realizan la magia que Adriana nota que todos los trabajadores de resorts realizan: embellecer y limpiar las vidas de los demás, mientras ellas permanecen invisibles.
Lo invisible es lo que llevó a la dramaturga Christine Quintana a crear esta obra. Quintana señaló que son escasas las obras en las que las mujeres pueden hablar sin interrupciones. Aún menos son los espectáculos que permiten a las mujeres expresar verdades complicadas sobre el trauma sin tener que revivir ese trauma en el escenario. "¿Qué tan mal tiene que ser para que simplemente abracemos a esta persona y su trauma?", preguntó Quintana, y continúa haciéndolo a través de esta obra.
Al mostrar que el trauma de los personajes existe en el 'aquí pero no aquí' de las historias de estas mujeres, Quintana pasa de representar el trauma a representar la vida vivida después. Como lo expresa la directora Elena Araoz, "lo interesante no es ver el pasado, sino cómo el pasado afecta su presente". Los respectivos presentes de Adriana y Sarah son caóticos, difíciles y llenos de intentos por huir de su pasado. En este estado no lineal y no literal de afrontamiento, la realidad de lo que estas mujeres están enfrentando está fuera de lo que la otra puede ver.
En una entrevista durante su estreno en 2022 en East Vancouver, Quintana señaló que "ninguno de nosotros puede saber realmente lo que está sucediendo con otra persona y cómo están respondiendo". El deseo de Sarah de ayudar proviene de una buena voluntad, pero también de la necesidad proyectada de evitar repetir los arrepentimientos de su pasado. Adriana trabaja duro para honrar la vida que eligió en Cancún, pero también para evitar la vida que dejó en Chetumal y cualquier recordatorio de ella. Ambas colisionan en medio de su intento de huir de sus problemas, pero los océanos las separan de comprenderse mutuamente. Por ahora, ambas hacen todo lo posible por existir en su presente: todavía aquí, pero no aquí."
—Divinia Shorter